martes, 1 de noviembre de 2016

El sueño de nuestros ancestros




Somos el sueño de nuestros antepasados hecho realidad.

Lo que nuestros ancestros presintieron, nosotros lo estamos llevando a la práctica. Lo que para ellos pertenecía al campo de lo inaccesible, nosotros lo consideramos algo sencillo y cómodo.

Es bueno honrar su memoria.
Somos conscientes de lo que debemos a sus sueños.

Sabemos que no seríamos nada sin la mezcla de dolor y alegría que fue su historia.

Sabemos que llevaban nuestra imagen dentro cuando atravesaban el miedo y el dolor, cuando se enfrentaban a su oscuridad, cuando escribían, día a día, su historia.

Sabemos que somos lo que somos y que podemos hacer lo que hacemos gracias a lo que ellos fueron e hicieron.

Ni siquiera podríamos existir sin sus sueños y aspiraciones.

Por ello, en el día de hoy, jornada dedicada en nuestra cultura a los Difuntos, quisiera ofrecer los méritos de nuestra existencia a los antecesores de nuestro linaje personal, a nuestros padres fallecidos, a nuestros abuelos y a todas las generaciones que nos han precedido.

Invito a que cada uno de nosotros ofrezca los méritos de lo mejor de nosotros mismos a nuestros seres queridos ya desaparecidos, tomando clara conciencia de que dentro de menos tiempo del que nos imaginemos, serán nuestros descendientes, para los que sólo seamos un recuerdo que se desvanece en la nada, los que honren nuestra memoria. 

Con nuestra vida, nuestros sueños, nuestras aflicciones y nuestras alegrías, estamos tejiendo el hilo por el que discurrirá la vida de nuestros descendientes, tanto biológicos, como generacionales, como espirituales. Esta tela de araña invisible nos mantiene unidos tanto a nuestros antepasados, como a nosotros mismos, y a nuestros descendientes en este preciso instante, más allá del tiempo.

Es buen momento también, pues para celebrar la continuidad de la Vida que se manifiesta y palpita en cada rincón de nuestro planeta.

Vida y muerte son el haz y el envés de la misma hoja, las dos alas del pájaro de la existencia humana, no existen la una sin la otra, no tienen sentido la una sin la otra… y se están manifestando aquí y ahora, justo aquí, justo ahora… silencio… ¿no lo ois?

Practicantes del Dharma, La Vida y la Muerte es el asunto esencial. A vosotros que buscáis la Vía humildemente os pido:
Tomad conciencia del instante presente.

Muhaken

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