Sentado en serena contemplación, arrullado por el ritmo naturalmente lento y profundo de la respiracion... no ocurre ningun milagro especial; ninguna transformación... nada. Mis miedos, mis angustias, mi hastío, mi rechazo al sufrimiento... siguen estando ahí, siguiendo su propio ritmo, representando su propio papel, movidos por una intrincada red de causas y efectos que hunden sus raices mas alla del entendimiento. Sin embargo, si prestamos un poquito mas de atencion, nos damos cuenta de que sí que tiene lugar un pequeño milagro: Durante una eternidad efímera, desaparece el calificativo "mi". Mis angustias, se transforman en las angustias, mis miedos, en los miedos, mi hastío, en el hastío, mi rechazo a mi sufrimiento, en el rechazo al sufrimiento. Y eso ... ofrece descanso.
Muhaken
No hay comentarios:
Publicar un comentario